lunes, 28 de diciembre de 2009

La leche de fórmula

No hay duda que la mejor alimentación que puede recibir el recién nacido es la leche materna. Además de tener todos los nutrientes que el bebé necesita para crecer sano y fuerte, le trasmite elementos inmunizantes y refuerza el vínculo afectivo con la mamá.

Amamantar al bebé es más cómodo para la madre, pues no debe levantarse de noche a preparar la fórmula, ni esterilizar biberones, y por supuesto, mucho más económico. Sin embargo, no siempre es posible hacerlo por diversas razones: condiciones de salud, deficiencias en la producción de leche, motivos laborales, etc.

Una buena alternativa son las leches de fórmula, que si bien es cierto no pueden duplicar con exactitud la composición química de la leche materna (por sus células, hormonas y anticuerpos para combatir enfermedades), contienen hidratos de carbono, proteínas, grasas, vitaminas y minerales en forma similar a la leche materna y están preparadas para suplir las necesidades nutricionales del bebé.

Se recomienda el uso de fórmulas fortificadas con hierro y alimentar al bebé con este tipo de leches hasta su primer año de vida, La leche de vaca sola no es apropiada, debido a que sus riñones no están aptos aún para tolerarla y le puede causar en el futuro la no tolerancia a las proteínas de la leche.

Tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

• Lavarse muy bien las manos antes de preparar el biberón.
• Esterilizar el biberón, chupón y utensilios para cada toma. Hervirlos durante cinco minutos.
• La fórmula siempre se prepara con agua hervida fresca, es decir, no hervirla varias veces ni dejarla reposar en un recipiente por varias horas.
• Seguir las instrucciones del tarro. Utilizar la cantidad correcta de polvo: demasiada, crea una deficiencia de líquido en el bebé y disminuida, afecta su nutrición y ganancia de peso.
• No llevarse el chupón a la boca para medir la temperatura. Verter un poco de leche sobre su antebrazo.
• Evitar guardar la cuchara medidora en el tarro de leche. Hervirla y guardarla por separado.
• Si no termina el biberón, no guarde la leche sobrante para una próxima toma. Cada preparación debe ser fresca.

Finalmente, el pediatra del bebé es quien deberá aconsejar o recomendar qué tipo de fórmula debe tomar, así como la frecuencia y la cantidad de la misma.

1 comentario:

  1. Excelentes consejos y comparto totalmente tu punto de vista porque no mucha gente entiende que, aunque es verdad que la leche materna es el mejor alimento para el bebé, muchas veces por diferentes circunstancias nos vemos obligadas a dar leche de fórmula, en mi caso incluso leche hidrolizada . Saludos!

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