lunes, 28 de diciembre de 2009

Alimentación en el post parto

Luego de nacido el bebé, la madre debe alimentarse adecuadamente. Una mamá bien alimentada produce la misma cantidad y calidad de leche que aquella que no lo está, sin embargo, el peligro para la madre que adolece de una buena nutrición está en que sacrifica sus reservas (por ejemplo, de minerales como el calcio) para que pueda producirse el suficiente alimento para su bebé.

Con la leche materna, la mamá le ofrece al recién nacido un alimento completo que cubrirá todas sus necesidades nutricionales. Es por ello que las necesidades nutricionales de la madre aumentan como consecuencia del esfuerzo metabólico que supone la lactancia. Durante varios meses, gran parte de los nutrientes ingeridos por la madre estarán destinados a la producción de leche.

La alimentación de la madre durante la lactancia debe ser variada y rica en energía, lípidos, proteínas y vitaminas con el fin de cubrir de forma óptima sus necesidades y las del lactante.

• Proteínas: aumentar la cantidad de proteínas sobre todo en los primeros seis meses aumentando el consumo de lácteos, carne, pescado y legumbres.
• Vitaminas: se recomienda tomar lácteos, ricos en vitaminas A y D, frutas y verduras, ricas en vitaminas A y C, carnes, cereales y legumbres, ricos en vitaminas B.
• Minerales: cuidar el aporte de calcio y fósforo, necesarios para mantener la estructura ósea y para el crecimiento del lactante. Alimentos ricos en estos minerales son la leche y derivados, pescados, frutos secos, legumbres y cereales. En cuanto al hierro, consumir alimentos ricos en este mineral como hígado, carnes y espinacas, esto ayudará a recuperar los depósitos de hierro del organismo perdidos durante la gestación y por las hemorragias del parto.
• El yodo es otro mineral muy importante para evitar posibles problemas de enanismo y cretinismo en el bebé. Lo podemos encontrar en pescados y mariscos, sal yodada, productos lácteos, frutas y verduras.
• Grasas: La grasa de la dieta influye en el tipo y cantidad de grasa de la leche que recibe el bebé. No se necesite ningún aporte suplementario sobre las grasas aportadas por una dieta sana y equilibrada, sin embargo, se aconseja que se tomen alimentos ricos en ácidos grasos esenciales y ácidos grasos omega-3 como frutos secos, pescados y leches enriquecidas en omega-3, así como usar aceite de oliva.
• Hidratos de carbono: es preferible que sean hidratos de carbono de absorción lenta presentes en el pan integral, pastas, legumbres, patatas y arroz.
• Agua: consumir abundante agua y líquidos procurando que no sean menos de 1,5 litros al día.

La musicoterapia en el embarazo

La madre experimenta muchos cambios durante el embarazo, no sólo físicos sino también emocionales, que se traducen en malestar, inseguridad, miedos y hasta frustración. Estas emociones sin querer las transmite a su bebé, quien inevitablemente asimilará el estado emocional de su madre.

Está demostrada la capacidad del bebé en el vientre materno para percibir lo que ocurre en el “mundo exterior”’, para sentir, soñar, aprender a distinguir la voz de su madre, el latido de su corazón, incluso para memorizar canciones y recordarlas luego del nacimiento. Estos y muchos otros estímulos serán determinantes a lo largo de su vida, por ello la importancia de garantizarle un ambiente emocionalmente cálido y saludable.

La musicoterapia puede ayudar a la futura mamá a superar las sensaciones de angustia o depresiones generadas durante el embarazo y asumir los cambios con total serenidad. Es una herramienta fundamental para trabajar con el bebé durante su gestación, creando un canal de comunicación entre ambos para fortalecer y nutrir el vínculo afectivo.

Se puede llevar a cabo de manera individual, en grupo, o en pareja. El musicoterapeuta es la persona encargada que orientar a la mamá, para que entre otras cosas pueda disfrutar plenamente de su embarazo, participando, escuchando, y expresando las sensaciones físicas que provoca la música.

El mejor momento para empezar con la terapia es a partir del cuarto mes de gestación, etapa en la que el bebé ya tiene su aparato auditivo desarrollado. En casa, la futura mamá también puede continuar con la terapia, eligiendo una melodía serena y armoniosa, no necesariamente clásica, para escucharla con paciencia; también se pueden crear sus propias canciones de cuna para cantárselas a su bebé.

Algunos beneficios:

• Reduce las posibilidades de padecer depresión posparto.
• Disminuyen el estrés y la ansiedad, los miedos del embarazo y desbloquea las tensiones.
• Fortalece el vínculo afectivo con el bebé.
• Al nacer, el bebé reconocerá lo escuchado en el vientre. Empleando la misma música, podrán calmarse llantos continuos y afecciones físicas como el cólico.
• A través de la voz y el canto se aprenden técnicas de respiración y de relajación.
• El bebé recibe la mejor información emocional de su madre, debido a que la mamá está tranquila y se siente segura. El bebé respira mejor.
• El bebé dentro del vientre materno está tranquilo y tendrá en el futuro un mejor equilibrio emocional.

La pañalitis o dermatitis del pañal

Conocida también como escaldadura, la pañalitis es la irritación de la piel del bebé en el área que está en contacto con el pañal. Puede ser causada por varios factores, entre ellos: el calor, la humedad y la presencia de orina y heces.

Esta inflamación es un problema frecuente en los pequeños durante sus dos primeros años de vida y por lo general se presenta cuando empiezan a comer alimentos sólidos o por estar durante un tiempo prolongado con el pañal mojado o sucio, pues su piel está en contacto con la humedad además de ser atacada por elementos irritantes que se encuentran en la orina y las deposiciones.

El mejor tratamiento para combatir la pañalitis es mantener el área del pañal limpia y seca, se puede aplicar algunas cremas que se usan normalmente para el cuidado y protección del potito del bebé, previa consulta con su pediatra. Otra recomendación importante es cambiarlo cada vez que se ensucie y bañarlo con agua tibia usando un jabón neutro. No es aconsejable usar talcos pues además de resecarle la piel al bebé puede afectar su sistema respiratorio.

Si el enrojecimiento de la piel persiste durante un par de días y la zona afectada presenta ampollas, es probable que exista una infección por hongos o bacterias, en cuyo caso hay que llevarlo inmediatamente al pediatra, quien determinará el tratamiento a seguir. Evitar usar remedios caseros o cremas con corticoides que pueden empeorar la infección presentada.

Algunas recomendaciones:

• Lo mejor es cambiar el pañal sucio cuanto antes. Al colocar el pañal limpio asegúrate de que el aire pueda circular dentro. No uses plásticos herméticos ni cierres los pañales demasiado fuerte.
• Asea a tu bebé minuciosamente pero sin maltratar su piel.
• Si le pones el pañal al bebé y notas que la erupción se repite, cambia la marca del pañal.
• Asegúrate de que las toallitas o paños húmedos de bebé no tengan alcohol.

Bebé gordito ¿bebé saludable?

La obesidad es el aumento de peso que se traduce en un aumento de grasa corporal por encima de lo normal. Se establece cuando el peso real excede el 20% del peso ideal.

Quizás pienses que tu bebé está aún muy pequeño para preocuparte por este tema, sin embargo, la apetencia y el gusto se establecen en la primera etapa de la vida y si le ofreces a tu bebé alimentos en exceso tendrá muchas probabilidades de sufrir de sobrepeso en su edad adulta pues los hábitos alimenticios que le establezcas hoy los mantendrá en etapas posteriores.

Es después de los seis meses de nacido cuando se empiezan a incorporar otros alimentos, además de la leche materna, a la dieta del bebé. A partir de entonces, la mamá se preocupa que su pequeño coma cantidades importantes, le da precozmente alimentos no recomendados, o líquidos dulces entre comidas. El resultado: un aumento innecesario de energía (calorías) que se reflejará en un aumento de peso.

Si bien es cierto existe un factor genético para explicar el sobrepeso, la mayoría de las veces tiene que ver con la alimentación que tenga la madre o la persona que cuida al niño, por lo tanto, hay que educar para hacer entender que gordura no es sinónimo de salud, sino más bien de enfermedad.

La obesidad en los bebés puede causarles un retardo motor (movimiento), se retrasa el momento en que se sientan, se paran o caminan; pueden surgir problemas óseos y la capacidad respiratoria disminuye. Además, al crecer tiene muchas probabilidades de ser diabético, hipertenso y presentar problemas cardiovasculares.

Por lo tanto, el control con su pediatra es muy importante para controlar el peso y recibir un plan nutricional sano para una correcta alimentación. Recuerda siempre: calidad, no cantidad.

Algunos consejos:

• Hasta los seis meses la alimentación ideal es la leche materna exclusiva. Los bebés que toman leche materna tienen menor riesgo de desarrollar obesidad. Este efecto protector es mayor cuanto más se prolongue la lactancia.
• Evita añadir demasiados cereales a su papilla.
• Hasta el primer año, no pongas más de 30-40 g de pollo o carne en sus purés. El exceso de proteínas es un factor de riesgo para desarrollar obesidad.
• Cuando introduzcas la fruta a su dieta, intenta no sustituirla por jugos, aunque sean naturales. La fruta entera tiene fibra, el jugo no; es mucho menos calórica una naranja que un vaso de jugo de naranja; y es bueno que se acostumbre a la fruta entera.
• No le fuerces a comer. Los lactantes tienen un delicado mecanismo de regulación del apetito que les impide tomar más de lo que necesitan. Si lo obligas a comer, ese mecanismo se altera.