viernes, 11 de diciembre de 2009

El hipo en el bebé recién nacido

El hipo es un síntoma muy común en el bebé, un 80% de los recién nacidos lo padecen. No debe ser motivo de preocupación ni causa de susto pues no les produce dolor ni molestia alguna. Tampoco necesita un tratamiento para eliminarlo, simplemente así como aparece, desaparece. Su frecuencia irá disminuyendo a partir de los seis meses de edad.

El hipo no es sino un pequeño espasmo repetitivo al músculo diafragmático que separa la cavidad torácica del abdomen, entonces, cuando el bebé inhala, sus cuerdas vocales se cierran produciendo ese simpático sonido “hip”.

Son varias las razones que lo producen: la inmadurez del sistema nervioso que provoca contracciones repentinas e irregulares del diafragma; una mala técnica de alimentación que permite que el aire ingrese por un lado de la boca del bebé; una succión muy rápida; por fatiga; indigestión e incluso por tener el estómago vacío.

Por lo general, en los bebés el hipo dura muy poco, por ello es que no se necesita mayor esfuerzo para eliminarlo, sin embargo, se les puede ayudar para que el proceso sea aún más corto. A continuación algunas recomendaciones:
  • Luego de darle de lactar, dejar al bebé en posición vertical para facilitarle la eliminación de aire.
  • También se puede sostener al bebé erguido contra nuestro hombro y darle palmaditas, ayuda a sacar el aire y detener el hipo.
  • Hay que asegurarse que el bebé esté succionando correctamente pues tiene más riesgo de tener hipo si traga aire mientras lacta. Si está mamando muy rápido, lo mejor es dejar de amamantarlo y que descanse un poco para luego reiniciar la lactancia.
  • Tener mucho cuidado con la mamadera, cuando no tiene el tamaño adecuado el bebé puede tragar demasiado aire. Lo mismo sucede con el chupón.
  • Flexionar las rodillas del bebé hacia arriba de tal manera que se comprima su pechito.
  • Si el hipo se presenta en el bebé con frecuencia y siempre después de alimentarlo, puede ser que esté sobrealimentado en cuyo caso hay que reducirle la cantidad de leche pero aumentar la frecuencia.
Finalmente, si el hipo es muy persistente y le provoca malestar o llanto al bebé, llevarlo a su pediatra para descartar cualquier otra complicación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario