miércoles, 28 de octubre de 2009

Los juegos y la estimulación temprana en el bebé

Al nacer el bebé tiene una conducta básicamente refleja e involuntaria. Es a través de los juegos que irá adquiriendo, gradualmente, voluntad e intención, así como explorando y conociendo las características de los objetos, sus formas, colores y texturas, para más adelante descubrir las semejanzas y diferencias para aprender a clasificarlos.

De lo que se trata es de proporcionarle al bebé con los juegos, actividades y experiencias de estimulación que promuevan e impulsen su desarrollo. Los juegos varían de acuerdo con la etapa o edad que tenga. Los progresos en sus conductas, las necesidades y el interés que él expresa, será lo que nos dirá cómo seleccionar y organizar las actividades de estimulación.

En primer lugar, el ambiente debe ser tranquilo, sereno y alegre, con cierto espacio, ventilado, libre de corrientes de aire, con luz natural suficiente, arreglado con sencillez y orden, de acuerdo a las necesidades del bebé.

Antes de comenzar debemos seleccionar los juguetes de diversas formas y de colores brillantes, lavables, resistentes, de fácil manejo por sus manitas para que los agarre con facilidad, los chupe, los tire y más tarde, cuando esté en capacidad de hacerlo, pueda pasárselos de una mano a otra. Es importante que estos objetos no sean peligrosos. Hay que tener en cuenta que no sólo las cosas cortantes o tóxicas pueden implicar riesgos; también objetos de uso cotidiano muy pequeños.

Los juguetes seleccionados deben dársele poco a poco, uno por uno, alternándolos para que siempre le resulten novedosos. No olvidar que deben ajustarse a la edad y madurez del bebé.
El momento ideal para los juegos de estimulación es cuando el bebé está bien despierto, tranquilo, alerta y sano. Aprovechen las situaciones cuando se le alimenta, se le baña, se le induce a dormir, se le cambia y se juega con él. Son las oportunidades más apropiadas para la estimulación.

La idea es valerse de la rutina diaria y convertirla en una situación de juego y disfrute con el niño al estar conscientes y teniendo claro, que estamos estimulando la inteligencia del niño y todas sus capacidades a través del amor.

Por lo tanto, debemos estar tranquilos y demostrar al bebé nuestro interés, motivación y alegría pues el niño percibe muy bien las reacciones afectivas y los estados de ánimo de las personas.

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