miércoles, 28 de octubre de 2009

Cómo alimentar al bebé

Una de las mayores preocupaciones de los padres con los recién nacidos es proporcionarles los nutrientes necesarios para su sano crecimiento. Es natural que surja la preocupación por sabes si su bebé está comiendo lo suficiente.

Según los especialistas en nutrición, la jornada de alimentación debe ser proporcional a las necesidades, peso, talla y estado general del bebé, por ejemplo, si es un bebé que nace con un peso inferior a 2 kilos será necesario alimentarlo cada 2 horas. El promedio es de tres horas, de tal manera que durante su primer mes de vida el bebé debe comer, esencialmente, leche materna, entre ocho y 12 tomas al día.

Del segundo al tercer mes debe comer entre seis y ocho tomas, del tercero al sexto alrededor de cinco y a partir de los 6 meses comienza la alimentación complementaria. Es decir, a medida que el bebé crece va disminuyendo el número de ingestas de leche materna y se van incorporando a su dieta otros alimentos que van a cubrir los nutrientes y las calorías necesarias.

No alimentar adecuadamente al bebé puede traer complicaciones posteriores. La capacidad gástrica de un recién nacido es muy pequeña: una onza por kilogramo de peso. Es decir, si pesa 3.000 gramos, la capacidad son tres onzas.

Si come en exceso y sin un horario determinado, podría presentarse una sobrecarga alimentaria y contribuir a que el bebé presente obesidad, además se le aumentaría la carga renal por la cantidad de nutrientes dados. El recién nacido tiene un riñón inmaduro y no está en capacidad de recibir un alto contenido de sodio ni potasio o de proteínas.

Por el contrario, si se deja un tiempo muy prolongado entre comidas se puede llegar a una desnutrición. En casos severos podría darle hipoglucemia por falta de ingesta de carbohidratos, lo que ocasionaría que el nivel de azúcar en la sangre sea inferior a lo normal.
Algunas recomendaciones:

• Promover al bebé a que tenga buenos hábitos alimentarios, esto le permitirá además de una adecuada nutrición una mejor salud mental.
• Alimentar al bebé tanto en el día como en la noche cada tres o cuatro horas.
• Si está dormido y llega la hora de la comida, hay que despertarlo para que se acostumbre a un horario regular.
• Siempre tener en cuenta que el bebé dejará de comer cuando se sienta satisfecho. No obligarlo.
• Si el bebé no recibe alimentación o quiere más de la suministrada, visitar al pediatra.

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