miércoles, 28 de octubre de 2009

El primer baño del bebé

Son muchas las dudas y preguntas que las mamás se hacen cuando tienen que bañar a su bebé por primera vez, sobre todo si se trata de mamás primerizas. Es normal que se sientan inseguras respecto a muchos detalles desde cómo sujetarlo, cuál debe ser la temperatura ideal del agua y sobre todo qué cuidados deben tener.

La mejor manera de adquirir seguridad es organizarse, es decir, tener a la mano todo lo que se necesita para bañar al bebé: jabón neutro, una toalla de algodón, la ropa que se le va a poner de acuerdo con la temperatura que haga, pañales, y por supuesto una bañera.

Una vez que se tenga todo listo, lavarse muy bien las manos, cerrar la puerta y las ventanas de la habitación donde se va a bañar al bebé para evitar cualquier corriente de aire y refriados posteriores. Luego, se puede seguir los siguientes pasos:

- Comprobar que la bañera esté completamente limpia. Llenarla con agua tibia. El agua no debe superar dos 30 grados centígrados, para comprobar que la temperatura es la apropiada utilizar un termómetro de baño, si no está a la mano, se puede utilizar el codo o la parte interior de la muñera.
- Cuando el agua esté preparada en la bañera a la temperatura ideal, desnudar al bebé, pasarle un pañito húmedo por la zona del pañal. Asimismo, limpiarle la carita y las orejas con un algodón humedecido y envolverlo en su toallita.
- Sostener al bebé con el brazo derecho e inclinarlo sobre la bañera, con la mano izquierda lavarle la cabecita y enjuagarla bien.
- Luego, sostener los hombros del bebé con una mano, introduciendo los dedos por debajo de su axila y sosteniéndole las piernas o el trasero con la otra mano. Es muy importante no dejar de sonreírle y hablarle mientras se le baña.
- Introducir al bebé en el agua. Mantener una mano por debajo de sus hombros, para poder mantener los hombros y su cabecita fuera del agua. Emplear la mano libre para lavarlo. Primero el pecho, los brazos, las manos y finalmente las piernas y los pies. Luego enjuagarlo.
- Girar al bebé para lavar su espalda y trasero.
- Una vez que esté limpio y enjuagado, levantarlo con suavidad y cubrirlo con su toallita. Secarlo bien y envolverlo pronto para darle calor.

Debemos siempre tener en cuenta que la higiene del bebé es un punto muy importante para que logre un desarrollo óptimo y sano.

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