Este problema se presenta en algunos bebés que nacen con el frenillo lingual muy corto o grueso, causándoles dificultad a la hora de mamar.
En la boca existen dos frenillos, uno sujeta la encía y el labio superior, el otro une la base de la boca con la lengua.
El frenillo corto lingual, se forma por un pliegue vertical de mucosa que surge en la línea media de la superficie de la lengua y le impide al bebé sacar bien la lengua y coger correctamente el pecho, no pudiendo realizar una buena succión.
Considerando la importancia que el bebé se alimente con leche materna, en este caso el uso del biberón es necesario por lo que la mamá deberá extraerse la leche con una pezonera para realizar las tomas que su niño requiera.
El frenillo lingual no le causa tanta complicación al bebé pues conforme va creciendo, el frenillo se estira y la lengua lo sobrepasa al alargarse.
Por otro lado, algunos bebés nacen con un frenillo labial muy grueso, que inclusive les impide mover adecuadamente el labio superior. En este caso, los especialistas recomiendan cortar esta membrana antes de que el niño empiece a hablar pero sugieren esperar como mínimo que el bebé cumpla un año para realizar la cirugía, debido a que existen frenillos elásticos que logran ceder con el tiempo, como en el caso del frenillo de mucosas delgadas.
Si no cede y el frenillo presenta adherencias gruesas fibrosas, el procedimiento para la eliminación se da de manera rápida y sencilla y no hay de qué preocuparse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario