lunes, 28 de diciembre de 2009

Los masajes


De manera instintiva, toda mamá sabe que acariciar, mimar, mecer, abrazar a su bebé, es una manera natural de comunicarse con él. Durante los primeros meses de vida, el bebé corrige su posición fetal estirando sus músculos y aprendiendo a controlar sus movimientos.


Brindarle un masaje al pequeño estimula su coordinación muscular y su flexibilidad, asimismo, estimula su circulación sanguínea, regula el ritmo cardíaco y la respiración, y activa su metabolismo. El masaje también ayuda al bebé a relajarse reduciendo la producción de hormonas de estrés, permitiéndole conciliar más pronto el sueño y dormir durante más tiempo y más profundamente.

• Escoge un periodo de tiempo en el cual tú y tu bebé se encuentren relajados y tranquilos, de preferencia media hora después de que el pequeño haya comido.
• Asegúrate que la temperatura del cuarto esté tibia y agradable para que no sienta frío. Desviste completamente al bebé. Si el ambiente está frío o húmedo, usa una colchita para cubrir aquellas partes de su cuerpo que no estén siendo masajeadas.
• Coloca al bebé en una superficie suave para que se sienta seguro y ambos puedan trabajar con comodidad. Ten algunas almohaditas a mano.
• Unta crema de bebé en tus manos y luego frótalas para que estén suaves y tibias al momento del masaje.

Básicamente el masaje fluye desde la cabeza hasta los dedos de los pies. Con delicadeza y suavidad trabaja con suaves toques en la cabeza, cara, mejillas, hombros, brazos, pecho, estómago y piernas. Finaliza el contacto en la parte anterior del bebé con largos y ligeros toques desde la cabeza hasta los dedos de los pies.

Mientras lo acaricias obsérvalo dulcemente y háblale. Mira a tu bebé al mismo tiempo que tus manos entran en contacto con su piel, de esta manera estimulas todos sus sentidos y se establece una comunicación más intensa, visual y táctil.

Los toques deben ser cuidadosos y amorosos, no un masaje mecánico, lo más conveniente es ser flexible y no mantener una rutina rígida en los ejercicios. Si el bebé quiere voltearse o cambiar de posición en el transcurso del masaje, déjalo, no lo obligues a mantener una posición determinada. Puedes volver a retomar estas áreas después.

Técnica
Presión a usar: cierra tus ojos y presiona tus párpados. La presión que se debe usar con el bebé no debe ser mayor a la que usas en tus párpados sin causar molestias. Luego procede a continuar los ejercicios en el bebé. En las áreas pequeñas sólo usa las yemas de los dedos. En las áreas grandes usa la parte grande de las manos (dedos y/o la palma). Cabe precisar que dar “golpecitos" es tocar suavemente la superficie de la piel, y dar "masaje" es mover suavemente los músculos debajo de la piel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario